El sistema de becas y prácticas laborales ha sido un pilar fundamental en la estructura de empleo en España durante décadas. Sin embargo, históricamente ha estado marcado por una serie de desafíos, entre ellos, la ausencia de una regulación clara en cuanto a la cotización de los becarios. Este vacío legal ha generado dudas en algunos casos y ha provocado abusos en materia laboral en otros.
El gobierno español ha introducido recientemente una nueva ley que establece la obligación de cotizar a la Seguridad Social por los becarios, aunque no se les pague un salario. Con esta medida se busca garantizar una mayor protección a este colectivo formado en su mayoría por jóvenes que acaban de empezar en el mercado laboral.
Concretamente, a partir del 1 de enero de 2024, los alumnos universitarios y de formación profesional que realicen prácticas formativas incluidas en programas de formación, remuneradas o no, deben cotizar a la Seguridad Social.
Hasta ahora solo existía la obligación de dar de alta a los becarios que realizaran prácticas remuneradas.
Esta medida ha sido incluida entre otras, en el Real Decreto-ley 2/2023, de 16 de marzo (reforma de las pensiones 2023) cuya entrada en vigor inicialmente pensada para el 1 de octubre de 2023, se ha retrasado hasta el 1 de enero de 2024.
La nueva medida representa un hito significativo en la legislación laboral española ya que, anteriormente, los becarios estaban exentos de cotizar a la seguridad social y como tampoco existía la obligación de pagarles un salario, muchas empresas se aprovechaban de la situación viendo en ellos mano de obra barata y fácilmente reemplazable justificándose en que se les estaba dando una formación.
Uno de los principales impactos de esta ley es el cambio en la percepción de las prácticas laborales tanto por parte de los empleadores como de los becarios. Anteriormente, algunas empresas veían a los becarios como una mano de obra barata y fácilmente reemplazable. Con la nueva legislación, se espera que los empleadores reconozcan la importancia de proporcionar experiencias de calidad y una compensación justa a los becarios, lo que podría llevar a una mejora en la calidad de las prácticas laborales en general.
Esta nueva situación permitirá a los becarios comenzar antes su carrera de cotización a efectos de jubilación ya que cada día de prácticas será considerado como 1,61 días cotizados, sin que pueda sobrepasarse el número de días del mes correspondiente.
Es importante tener en cuenta que los becarios, estén remunerados o no, quedarán comprendidos como asimilados a trabajadores por cuenta ajena en el Régimen General de la Seguridad Social con las siguientes especificaciones:
- No cotizarán por desempleo
- No cotizarán por el Fondo de Garantía Salarial
- No cotizarán por formación profesional
La persona que realice prácticas al no cotizar por estos conceptos tampoco percibirá las prestaciones ligadas a los mismos. Y si además el alumno realiza prácticas no remuneradas tampoco estará cubierto por la prestación de incapacidad temporal derivada de contingencias comunes.
No obstante, sí estará protegido en caso de enfermedad profesional o accidente laboral.
El compromiso por parte del Gobierno para ayudar a las empresas a que den el paso de regularizar o dar de alta a alumnos en formación es que de momento se establecerá una bonificación en la cotización por contingencias comunes de los becarios del 95 %. Además, en el en el caso de los estudiantes de Formación Profesional, el 5% restante lo asumirá el Ministerio de Educación.
Ver más en la revista de la Seguridad Social: https://revista.seg-social.es/-/los-becarios-tendr%C3%A1n-derecho-a-cotizar-a-la-seguridad-social
Por otro lado, para abordar estos desafíos, es crucial una supervisión y aplicación efectivas de la ley por parte de las autoridades laborales. Esto podría implicar inspecciones regulares en las empresas para garantizar el cumplimiento de las disposiciones de cotización de becarios y sancionar a aquellos que intenten eludir la ley.
Además, es importante brindar apoyo y orientación a las empresas sobre cómo diseñar programas de prácticas que cumplan con los requisitos legales sin comprometer su viabilidad financiera.
En conclusión, la nueva ley de cotización de becarios en España representa un paso importante hacia la protección y valoración de los jóvenes en el mercado laboral. Al garantizar que los becarios reciban una compensación justa y estén protegidos por la legislación laboral, esta ley tiene el potencial de mejorar la calidad de las prácticas laborales y promover la movilidad laboral de los jóvenes españoles.
Esta ley contribuirá a que más jóvenes se animen a participar en programas de formación y mejoren así sus perspectivas de futuro y de empleo a largo plazo.
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